lunes, 23 de septiembre de 2013

Estilo: todo a Cristiano

En pleno debate sobre el fútbol que debe practicar el Real Madrid, los blancos se olvidaron del estilo para sacar adelante su enfrentamiento ante el Getafe en el Bernabeu tirando de repertorio a balón parado y gracias al talento de Isco e Cristiano, que cerraron el partido con dos goles de gran calidad. El Getafe se adelantó pero no pudo contrarrestar las embestidas del Real Madrid.


Gareth Bale por una inoportuna sobrecarga muscular le hizo quedarse en el banquillo y fue Isco el que entró de inicio. Un comienzo que como ha sucedido en dos ocasiones antes el Madrid salió sin tensión y con poco control. Algo que aprovecho el Getafe pero solo fueron los 5 primeros minutos.

Como ante el Betis y el Villarreal, el Real Madrid tendría que remontar un encuentro. Pero el gol sería lo único que haría el Getafe en ataque en noventa minutos. Descoordinados en defensa, cada falta en la frontal era un suplicio para los centrales.

Las ganas y la ambición suplían el buen fútbol en el Madrid que agobiaba a un equipo muy tenue en su resistencia. 

Nunca fue un partido de igual a igual, y sólo lo pareció durante los primeros 5 minutos. El Getafe llegaba con pocos efectivos al área rival, que era muy poco. Al descanso el partido parecía terminado, pese a que quedaban todavía 45 minutos. 

En la reanudación, el espectáculo lo dio la grada en forma de juicio sobre Benzema. Pese a los dos goles del francés ante el Galatasaray, cada ocasión que erraba era motivo de mofa para una parte de su afición. Benzema tuvo su día y falló hasta tres ocasiones sólo ante la portería rival.
El Real Madrid corría más que tocaba. Isco engranaba los impulsos de un equipo que sigue con hambre, pero vive más de la poca exigencia de los rivales que de su propia lucidez. Cuando es exigido, como ante el Villarreal, vuelven las dudas y las cuestiones de estilo. Ante el Getafe decidieron apartarlas porque alcanzaba con embestidas selectivas.

Partido sentenciado y momento para Jesé y Morata. Tras la despedida entre aplausos de Benzema, para subir la moral.

Un Real Madrid sin estilo definido pero con embestidas que hacen dudar al rival si atacar o esperar y eso lleva a "todo a Crsitiano y que sea lo que Dios quiera" Ancelotti tiene que sacarse algo de la manga o del banquillo para compenetrar defensa y ataque porque en ataque CREO que vamos bien pero la defensa tiene momentos de no saber donde esta.

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