La historia empezó hace más de una década cuando Sandro Rosell era el hombre fuerte de Nike y el único que sin ser brasileño tenía acceso a cualquier rincón de la "canarinha". El equipo de Sandro buscaba talentos para la marca, fichar como imagen a los ganadores de la siguiente década. Entre los señalados estaba un Cristiano Ronaldo que competía con Quaresma por ser heredero de Luis Figo.
El nombramiento de Scolari, amigo íntimo de Sandro, como seleccionador portugués, aumentó el seguimiento. El prometedor atacante del Sporting de Lisboa encadilaba a un Scolari que con el paso del tiempo terminó apostando por CR7 para la jerarquía de la selección dejando atrás a Luis Figo. Este detalle es una de las razones por las que Figo y Cristiano son dos extraños a pesar de ser estrellas del futbol para los portugueses.
Un año después llegaron Laporta y Rosell al poder en el Barça. Poco dinero en la caja y la necesidad de traer futuros ídolos que fuesen los generadores del círculo virtuoso de ese Barcelona.Mintieron a su aficion utilizandon a Beckham para las elecciones aunque el jugador estaba firmado por el Madrid. Tras ganar las elecciones salieron al mercado para fichar un crack, Ronaldinho, un extremo, Quaresma, y un '9', Cristiano Ronaldo, si salía Kluivert.
No había dinero para todos. En el Sporting de Lisboa, Quaresma era el banda y Cristiano jugaba con libertad siendo en muchas ocasiones el '9' (Como lo hemos visto en pretemporada). Eran tiempos donde los objetivos buscaban el perfil "puro" del 1-4-3-3 que tanto rendimiento"desgraciadamente" le dio al Barca. Ronaldinho por la izquierda, Quaresma por la derecha y Kluivert, con una ficha imposible de sostener por otros clubes, como '9'.
Scolari le dijo a Rosell que fichase a Cristiano y a Deco. La idea era que llegasen al año siguiente aunque como bien saben, sólo pudo llegar Deco ya que a mitad del verano el United jugó un amistoso contra el Sporting de Lisboa y cuentan que de camino al aeropuerto fueron Giggs y Scholes los que le dijeron a Sir Alex Ferguson que lo fichase. Los pesos pesados fueron el empujón definitivo para un Ferguson que se quedó maravillado del potencial de Cristiano.
Negociación rápida, traspaso por 18 millones de euros y firma como diablo rojo. Proceso que se vio interrumpido con la llamada de Jorge Mendes a Laporta y Rosell para ponerles en la pista que el jugador se les escapaba. El agente portugués ofreció un pago aplazado, una ficha baja con el compromiso de ser renovado tras el primer año. No pudo ser, en la caja solo había telarañas y el club no podía comprometer más pagos hasta que no tuviese el crédito sindicado, unificación de la deuda, firmado.
@VikingoCR7. @RMadridFANS9
Saludos.
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